1. Asegurate de tener una buena idea
Este es uno de los aspectos más importantes a la hora de montar un negocio: si el producto o servicio que se ofrece ayuda a satisfacer una necesidad específica para un nicho de mercado concreto, entonces el negocio tiene muchas posibilidades de funcionar.
2. Ilusión y motivación
Un buen emprendedor debe ser el mejor prescriptor de su propio proyecto; nadie podrá creer en un nuevo negocio si su fundador y el equipo humano que lo integra no están 100% seguro de su éxito en el mercado.
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3. Creatividad
Uno de los rasgos más importantes que un profesional debe tener hoy en día es la capacidad de pensar, adoptar un pensamiento creativo que permita salir de la zona de confort y probar a hacer cosas que no se habían hecho antes.
4. Un lugar de trabajo inspirador
La composición del espacio, el mobiliario, la decoración o el color de las paredes pueden llegar a afectar en sus niveles de productividad, los espacios de trabajo inspiradores, amplios y agradables harán que los emprendedores se sientan como en casa y puedan explorar nuevas capacidades.
5. Diferenciarse de la competencia
Un buen emprendedor debe de ser capaz, no sólo de tener una buena idea, sino de conseguir que su negocio sea único, ya sea porque se ofrece un producto o servicio novedoso o porque el mismo incluye características que le hacen especial. Diferenciarse de la competencia será la clave para encontrar un hueco en el mercado.
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6. Solvencia económica y financiación
Para llevar a cabo una buena idea, todos los negocios necesitan sustentarse con una base económica.
Existen organismos y plataformas encargadas de acelerar el crecimiento de las startups, además de ayudar a superar las barreras económicas iniciales a las que se enfrentan estas nuevas empresas.
7. 7. Ser capaz de tomar decisiones
Montar un negocio implica arriesgarse para alcanzar un objetivo propuesto. Para ello, un buen emprendedor debe ser capaz de tomar sus propias decisiones.
8. Un entorno profesional
También el entorno de trabajo influye fuertemente en la productividad laboral de los empleados, desarrollar un negocio en un entorno inspirador, junto a otros profesionales de otras empresas y sectores, puede ayudarnos a adoptar diferentes puntos de vista, a generar nuevas ideas y a crear sinergias entre personas y empresas.
9. Redes sociales
Por otro lado, en un mundo empresarial en el que los millenials cada vez están más presentes, las redes sociales se han convertido en potentes canales de comunicación con clientes y dentro de las organizaciones, además de herramientas para promocionar productos y servicios. Un emprendedor de éxito debe ser capaz de dominar las redes sociales, hablando su lenguaje para llegar al consumidor.
10. Diversidad intelectual
Un buen emprendedor tiene que saber rodearse de profesionales que le ayuden a formar un equipo fuerte, capaz de alcanzar sus metas. Los equipos de trabajo más valiosos son aquellos que incluyen personas con puntos de vista y capacidades de trabajo muy diferentes, de manera que pueden complementarse y llegar a soluciones más completas.
¡Vamos Emprendedor!
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